La nueva Raspberry Pi 2 es compatible con Ubuntu. A partir de ahora seremos capaces de instalar esta distribución de Linux en una pequeña microSD para posteriormente ejecutarla en la placa. Esto es posible gracias a que el nuevo modelo de Raspberry monta un procesador ARM v7.
Te mostraremos dos de las alternativas que hemos probado para hacer funcionar un entorno gráfico en Raspberry Pi 2. También veremos si el rendimiento es suficiente como para poder utilizarla de PC de sobremesa (funciones básicas).
La primera opción y más natural sería descargar una versión de Ubuntu compatible con Raspberry Pi 2. En la propia wiki de la distribución puedes encontrar un enlace que te permitirá iniciar la descarga. Se trata de una versión no oficial cuyo mantenimiento corre a cargo de su comunidad de usuarios.
Una vez tengamos la imagen de disco .img vamos a necesitar una tarjeta microSD de al menos 8Gbs. Hemos hecho pruebas con tarjetas de inferior capacidad y se quedan cortas.
Para grabar la imagen utilizaremos un programa que ya vimos en un tutorial anterior: el Win32DiskImager.
Tras instalarlo, hay que insertar la tarjeta microSD en el ordenador y a continuación abrir el programa. Buscamos la imagen de disco .img para posteriormente seleccionar la unidad de escritura correspondiente a la tarjeta (en nuestro caso [F:]). Iniciamos la escritura pulsando sobre Write y esperamos a que acabe el proceso.
Cuando veamos el mensaje superior ya tendremos la tarjeta lista para insertarla en la Raspberry y arrancar el dispositivo. No te olvides de conectar el cable de red, haremos uso del gestor de paquetes apt-get y necesitamos conexión a Internet.
El sistema operativo nos solicitará las credenciales de administrador antes de efectuar cambios en él. Los datos son los siguientes:
Una vez que nos haya dado la bienvenida, comenzaremos a escribir los siguientes comando en la consola.
Primero cambiaremos el tamaño de la partición root de la tarjeta:
sudo fdisk /dev/mmcblk0
Tras ejecutar el comando de arriba, tendremos que pulsar las siguientes teclas:
Para que los cambios se hagan efectivos es necesario reiniciar la placa:
sudo reboot
Una vez reiniciada, nos volverá a solicitar las credenciales de súper usuario. Luego escribiremos el comando que aparece a continuación y que actualizará el tamaño del sistema de ficheros:
sudo resize2fs /dev/mmcblk0p2
Debemos actualizar el repositorio de paquetes de la distribución. Si no lo hacemos, podríamos tener algún problema a la hora de instalar las cosas que necesitamos (algún paquete que no encuentra o incidencias similares):
sudo apt-get update
Es altamente recomendable generar un archivo para hacer swap de la memoria (por defecto está deshabilitado). Para ello escribimos el siguiente comando:
sudo apt-get install dphys-swapfile
Por último, ejecutaremos el comando que nos instalará todo el entorno gráfico (puedes optar por xubuntu o lubuntu). Si hemos seguido todos los pasos anteriores no debería darnos ningún error.
Lo ejecutamos y nos vamos a tomar un café, o dos...
sudo apt-get install xubuntu-desktop
ó
sudo apt-get install lubuntu-desktop
Cuando termine de instalarse todo, volvemos a reiniciar:
sudo reboot
¡Listo! Ya tenemos nuestra Raspberry Pi 2 con Ubuntu y entorno gráfico.
La segunda opción es instalar Ubuntu Mate: una distribución que utiliza Mate como gestor de ventanas (un fork de gnome). Estéticamente es muy superior a los otros dos escritorios que acabamos de ver (xubuntu y lubuntu). Además, está mejor optimizada para funcionar en una Raspberry Pi 2 (o al menos eso hemos notado).
La instalación es mucho más sencilla y rápida, tendremos un asistente que nos hará olvidar que trabajamos sobre una Raspberry. Es prácticamente igual que cuando lo instalamos en un ordenador de sobremesa.
La imagen de Ubuntu Mate está disponible en su web oficial. Cuando la descarguemos, tendremos que volcarla en la microSD con Win32DiskImager de la misma forma que vimos arriba.
El proceso de instalación es gráfico y totalmente guiado, no necesitamos demasiados conocimientos informáticos para lograr nuestro objetivo. En esta distribución no hay cuenta root por defecto, el propio proceso nos solicitará un nombre de usuario y una contraseña para crearla.
¡Y ya está! Ubuntu Mate es una alternativa bastante menos engorrosa que la anterior.
Si quieres, también puedes modificar la tabla de particiones y redimensionar el tamaño del sistema de ficheros con los mismos comandos que vimos anteriormente:
sudo fdisk /dev/mmcblk0
sudo resize2fs /dev/mmcblk0p2
A continuación te mostramos un pequeño vídeo encendiendo la Raspberry Pi 2 con Ubuntu Mate instalado. Veremos cuáles son sus tiempos aproximados de carga y ejecutaremos algunas aplicaciones:
Tras probar ambas distribuciones con sus respectivos entornos gráficos, concluimos que Ubuntu Mate sale ganando en todos los aspectos. Facilidad y rapidez en su instalación, además de un aspecto visual mucho más cuidado, hacen que a día de hoy esta sea la mejor alternativa si queremos instalar un sistema operativo con gestor de ventanas en la Raspberry Pi 2.
Referente al rendimiento... no podemos pedirle peras al olmo. La Raspberry Pi 2, a pesar de haber mejorado su hardware, sigue estando limitada para este tipo de tareas. Nos da la impresión de que la mayor parte de la culpa la podría tener que el dispositivo de almacenamiento sea una microSD.
En el vídeo que pudiste ver arriba, la microSD que utilizamos era de Clase 10. A pesar de ello se notaba que tardaba bastante en cargar la información desde la memoria flash. Sería interesante ver una Raspberry que leyera los datos desde otro tipo de dispositivos más rápidos...
No obstante, tampoco está tan mal. No nos sirve como un PC para uso diario pero nos podría sacar de algún apuro... quizás con fines docentes sí se podría utilizar para que niños y jóvenes aprendan algunos conceptos importantes sobre informática sin necesidad de desembolsar grandes sumas de dinero y de complicarse con el manejo a través de consola. Al fin y al cabo esta es la meta que persigue Raspberry Foundation.